Posteado por: hocsigno | noviembre 9, 2010

DE COMUNIONES REALES

Ha llamado poderosamente la atención en diversos medios (alguno internacional como la popular página What does the prayer really say? ) el hecho de que el domingo pasado, durante la Misa de dedicación de la Basílica de la Sagrada Familia en Barcelona, S.M. la reina doña Sofía recibiera la Sagrada Comunión de pie y en la mano. Este hecho, que como nuestros lectores saben, rompe con la práctica que ha sido impuesta por Benedicto XVI en las liturgias papales, de distribuir la Comunión de rodillas y en la boca a todos los fieles, sorprende más por cuanto que, como puede apreciarse en la fotografía, la Reina de España tenía ante sí el oportuno reclinatorio que le permitía postrarse sin dificultad, a lo que debe añadirse que, un día antes y en Santiago de Compostela, los Príncipes de Asturias (como puede advertirse en la segunda fotografía) respetaron escrupulosamente la práctica hecha ya norma en las celebraciones papales.

Completamos esta entrada con una tercera fotografía, ya reproducida por nuestra página, en la que puede verse a otra reina católica, la reina Paola de Bélgica (que de acuerdo con el privilegio de las reinas católicas viste de blanco, incluida mantilla), comulgando el día 11 de octubre de 2009, en una ceremonia de canonización celebrada en la plaza de San Pedro. También en este caso se respetó  escrupulosamente la norma impuesta en las celebraciones papales.

Según los entendidos la explicación más plausible de lo sucedido el pasado domingo, y habida cuenta de la exquisita corrección que acostumbra a mostrar la Reina de España y de su habitual respeto escrupuloso de las formas, es que no había sido debidamente informada, por parte de quienes podrían y deberían haberlo hecho, de las nuevas normas aplicadas. Ya hay quién se pregunta qué es lo que sucede en nuestro país, donde parece que, ni siquiera las más altas magistraturas, quieren enterarse de que en lo litúrgico los tiempos están cambiando.


Respuestas

  1. Comparto la crítica a la Reina por no llevar mantilla (blanca en su caso). Pero no las demás.

    En la foto se ve, y en el vídeo mejor, que Doña Sofía pidió la Comunión en una postura forzadísima, que no se puede llamar de pie, y que lo hizo para salvar la dificultad de que el estrado era demasiado alto. El Papa no hubiera alcanzado a dársela en la boca, ni casi en la mano, si hubiese seguido arrodillada en su reclinatorio. La Reina se agachó entre los dos reclinatorios y bajó las manos hasta la altura de sus rodillas, como dando estribo, porque el antepecho quedaba altísimo. No cabe duda de que en condiciones normales habría comulgado de rodillas y en la boca, como los Príncipes el día anterior.

    Y particularmente quiero comentar el hecho de que el Rey no comulgase. El P. Z y vosotros lo calláis con razón, pero hay quien se lo reprocha, como los de Secretum Meum Mihi. Yo creo que hay que alabar al Rey por ello. Es verosímil que le moviera una actitud penitente y el deseo de no dar escándalo después de haber firmado la nueva Ley del Aborto. En el debate que hubo sobre ello, algún obispo se esforzó tanto en exonerarle que puso a la Iglesia en un compromiso.

    El mal ejemplo lo dieron los Príncipes acercándose a comulgar, cuando todo el mundo sabe que no son precisamente muy píos.

  2. Lamentamos disentir de la opinión mostrada por Atilano en su comentario, pero una vista rápida a la fotografía muestra claramente que de haberse arrodillado Su Majestad en el reclinatorio, que se supone además que no estaba como mero adorno, hubiera quedado a una altura más que adecueda para que el Santo Padre le distribuyera en la boca la Sagrada Comunión.

    Sinceramente estamos casi seguros que Dña. Sofía actúo así, siguiendo la que será su costumbre habitual, y por el hecho de que, quienes tenían que habérselo advertido (y aquí también suponemos con motivos fundados que hay más de un responsable) no le hicieron saber el deseo del Santo Padre de que quienes comulguen de su mano lo hagan en la boca y de rodillas. Y lo que es cierto es que ese deseo es, a estas alturas, público, notorio e indubitado.

    En otras cuestiones consideramos, al menos por nuestra parte, que no es prudente ni oportuno entrar.

  3. Humildemente considero que el Santo Padre debía haber negado el Cuerpo de Cristo a los «principes».
    Sin embargo me parece muy buena la actitud del «rey», de no haberse acercado a recibir la Sagrada Comunión, debido a haber firmado «leyes» (y no solo solo la nueva «ley» del aborto) contrarias a la doctrina católica.
    Y en cuanto a la actitud de la «reina» mi opinión es similar a la de Hoc Signo.

  4. Eu não sou espanhol, mas como monárquico, católico e historiador da Igreja penso que importa ver na atitude de Sua Majestade a Rainha uma longa tradição que coloca as pessoas Reais num plano superior aos demais. Desde sempre os SS. PP. reconheceram aos Reis, e entre estes sobretudo aos de Portugal e Espanha, um papel e uma dignidade muito altas, da mesma maneira que os senhores Reis reconheciam aos Santos Padres o seu domínio pleno sobre a Igreja de Deus. Esta dignidade reconhecia por exemplo que os Reis pudessem assistir às missas sobre dossel e que pudessem comungar como os celebrantes, inclusive nas duas espécies. Aceitava a Igreja que os Reis o são por vontade de Deus e por ela reinam sobre os seus povos. Assim os Reis soberanos devem ser entendidos como um caso particular no que se refere às suas relações com a Santa Sé. Debater a forma como Suas Majestades ou Altezas comungam será assim contraproducente, já que não compete aos súbditos (mesmo os que, como eu, possuem ascendência aristocrática e Real) julgar as atitudes dos seus Reis nas relações com a Igreja.
    O debate acerca do desejo do Santo Padre de que a comunhão se receba das suas mãos de joelhos é particularmente grave, porque parece ser um caso em que a forma quer ganhar mais importância que a substância. No caso da comunhão não se deve julgar se as pessoas comungam ou não de joelhos perante o Santo Padre, pois aqui o que realmente interessa é o valor do Sacramento que é ministrado. Por mais santa e venerável que seja a figura de Sua Santidade ( que o é) não é nada se comparada com a importância da presença real de Nosso Senhor na hóstia consagrada. O Corpo de Deus é tudo, aquele que o comunga e o que o dá a comungar não são nada. A reverência devida ao Santíssimo Sacramento não aumenta nem diminui na presença de Sua Santidade ou de Suas Majestades e Altezas, antes é absoluta, permanente e imutável. A comungar de joelhos ou se comunga sempre ou nunca, não se devendo variar na forma de comunhão, já que poderá indicar que ao cristão importa mais quem lhe dá a comunhão do que o Sacramento que lhe é ministrado.

  5. Creo que es una pena lo mal que han quedado las fotos haciendo malabarismos para comulgar. Se ha perdido una excelente ocasión de catequizar sobre el mejor modo de recibir la eucaristía.
    Sobre lo de que el Rey no comulgue no me parece tema para opinar. No se consideraría en condiciones y ya está. O simplemente no le apetecía o había estado comiendo galletas a escondidas durante la ceremonia. Más grave me parecen las colas enormes para comulgar en nuestras ciudades cuando casi no las hay para confesar.
    Y tampoco es de recibo decir que había que negar la comunión a los príncipes. Hay mucho iluminado que debe leer las conciencias de los demás. Sólo se debe negar en caso de pecado público y estos son muy contados.

  6. Bueno, yo vi la Misa en directo y daba la impresión, que creo que tuvo también la Reina de que al estar los reyes en distinto plano que el Papa podría haber dificultad para comulgar, de hecho la Reina comulga medio agachada. En la foto parece que no había problema pero en el vídeo se aprecia muy bien. Creo que los responsables de esto son los de protocolo o quien fuese que se le ocurrió colocar a los Reyes en esa altura no previendo que pudieran comulgar porque frecuentemente no lo hacen en público, estoy seguro que si lo hubieran previsto los hubieran puesto en el mismo plano.

  7. Que Dios sea quien jusgue por que El es quien conoce los corazones y a nosotros solo nos queda orar por Ella y el mundo entero y sobre todo trabajar en difundir a los demas en nuetras comunidades y exortarlos a que tomen la Santa Eucaristia de rodillas y el la lengua para darle la Gloria a Dios por nuestro Señor Jesucristo


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